Tonos grisáceos Análisis de la importancia de la obra Cartas a Théo de Vincent Van Gogh

La obra Cartas a Théo del pintor holandés Vincent Van Gogh representa un ícono dentro de la historia universal del arte; allí, el en vida poco reconocido artista, escribe a su hermano Théo quien además de pintor y coleccionista se dedica al comercio de obras artísticas, en las cartas se observa la impresión que del mundo y de la vida tiene el autor así como la influencia que recibe de otros artistas y la forma cómo su texto sirve para rastrear el arte pictórico de la época. ¿De qué manera puede esta obra poner al investigador de arte en víspera de rastrear el arte pictórico de ese entonces? El desarrollo de esta problemática se desarrollará a través de dos tópicos, el primero serán los elementos de los que disponen las cartas para conocer de qué manera se desarrolla la pintura en los contextos en los que participa activamente el autor y, el otro tópico, será con el que se demuestra la forma cómo a través de la obra se evidencia el desarrollo de técnicas y la utilización del color y de las formas en la época en que son escritas las cartas de voz misma del autor.

Las Cartas, que son escritas entre el año 1875 y 1890, contienen material muy selecto en el que se da cuenta de la manera cómo va progresando el desarrollo de la pintura en el contexto mismo del artista, según los lugares donde vive. En ellas quedan consignados elementos que pasan a construir parte del conocimiento que del arte de aquel tiempo tiene la sociedad contemporánea y de los principales movimientos de aquel entonces, los conceptos que se tenían de la luz, y lo necesario que se hacía salir de los talleres y encontrar la pintura a través de la luz real, la que está en los campos y en las ciudades, no dentro de los talleres, esta es quizá una de las importantes pesquisas que, en su mente, tienen los artistas

de la época, como por ejemplo: Para obtener algo cálido, hay que ir con calor; sino no se ahuyenta fácil el frío. Esto que llama luminosidad es el mezquino tono de taller, donde no se ve jamás ni el alba ni el crepúsculo (Gogh, 2002). También se hace notorio, en el artista, el encuentro con las formas y su estudio minucioso a través dela teoría de aquel entonces, donde las búsquedas personales del autor son, en ese momento, búsquedas colectivas de las aristas de la época: Los antiguos no han admitido más que tres colores primarios, el amarillo, el azul y el rojo, y los pintores modernos no admiten otros. En efecto estos tres colores son los únicos indescomponibles e irreductibles (Gogh, 2002) .

Así como se supone que la obra representa algunas facetas de la dimensión artística de la pintura, también circunscribe ciertas técnicas que aún hoy siguen siendo utilizadas, a muchas de ellas llegaba por accidente o ingenio el propio Vincent, otras eran meras transcripciones de textos de Teoría del color que llegaban a manos de Vincent y quien en cartas las daba a conocer as u hermano Théo; la obra ofrece elementos para evidenciar el avance de ciertas técnicas y conocimientos de ese entonces que siguen hoy vigentes y la importancia que ciertos avances tuvieron en el estudio riguroso de la pintura, es el caso de este estudio de gamas:

Así pues, el luminoso y el pardo, el tono por lo que, respecta del valor, está en proporción directa con esta cuarta gama del blanco negro:

Gama 1 del amarillo al violeta

Gama 2 Del rojo al verde

Gama 3 Del azulal anaranjado

Suma: una 4ta Gama (la de los tonos neutros, rojo + azul + amarillo)

Del blanco (rojo + azul + la extrema luz)

Al negro (rojo + azul + amarillo, el negro extremo) (Gogh, 2002)

A Vincent Van Gohg se le ve al interior de la obra más como un estudioso que como un artista, alguien que se encuentra en constante investigación no solo de manera personal sino con los colegas que tiene cerca, a los cuales visita y d elos cuales se nutre, por ejemplo: He visto en Amsterdam dos cuadros de Israels (…) He encontrado las dos obras maravillosas. Los pintores auténticos son aquellos que se basan por esta conciencia a la que denominamos sentimiento y que se mantiene al margen de palabras vacías (Gogh, 2002) .

Las Cartas a Théo son un material al que se debe recurrir en el momento de abordar el tema de la historia del arte, en especial el de la pintura; dicho texto, elaborado en vida de su autor durante el siglo diecinueve, registra elementos que permiten conocer el avance de dicha manifestación artística tanto desde la perspectiva del autor como de los movimientos artísticos que en ese entonces tuvieron lugar en Europa, la perspectiva que el autor muestra a través de Las Cartas permiten hacer una interpretación de la sociedad de la época y muy especialmente de los artistas de aquel tiempo. Se deja a consideración del lector nuevas lecturas a través de un texto que, con una riqueza literaria enorme, nos deja a disposición una especie de tratado para adentrarnos en la historia de la época.

Bibliografía

Gogh, V. V. (2002). Cartas a Théo. Barcelona: Edicomunicación.

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