La falta de oportunidades profesionales tangibles es uno de los principales problemas que afrontamos los músicos todos los días. En algunas ocasiones, los músicos dedicamos tiempo para formarnos en otros países y aprender de los mejores antes de entrar al mercado laboral para así garantizarnos un mejor puesto de trabajo, pero ¿Hasta qué punto tiene sentido volverse muy bueno en algo muy específico donde al fin y al cabo ya trabajan sólo los mejores?
No con esto se quiere insinuar que haya que renunciar a los sueños personales de cada quien, para nada. Sino que es necesario volverse consciente de las variadas posibilidades laborales que ofrece el mercado musical para adquirir múltiples experiencias.
Hoy he escrito este breve artículo pensando en esos estudiantes de pregrado y conservatorio, que constantemente se ven en el ejercicio mental de preguntarse a futuro: ¿Podré conseguir un empleo en mi área cuando culmine? ¿Será que continúo dedicándome a la música o me dedico a otras cosas?
Acá resumiré los múltiples caminos hacia los que te puedes orientar en el ámbito musical:
ACTIVIDADES MUSICALES PROFESIONALES
- Intérpretes: Quizá se trata de la opción más escogida por los estudiantes que terminan las cátedras de ejecución con todos los honores. Pero, ¿qué tipo de intérprete quieres ser? ¿Clásico? ¿Jazz? ¿Quieres tocar en una orquesta o prefieres un grupo de cámara? ¿Te apasionan los géneros populares? Los que se decantan por la interpretación tienen que plantearse cuál es el contexto en el que quieren desarrollar su carrera y enfocarse hacia un área de estudios que se adapte a estas características para luego salir a darse a conocer.
- Compositores: A estas alturas, está claro que la música está en todas partes y tiene un papel fundamental en el cine, en los anuncios de televisión o inclusive en la radio. ¿Te gustaría ser el que compone esas melodías que terminan en los labios de todo el mundo? ¿Cuál es el tipo de música que te gustaría componer? Algunos conservatorios superiores ofrecen la posibilidad de formarse para ser compositor de tiempo completo, e inclusive algunos centros de estudios como el Berklee College, ofrecen la posibilidad para especializarse en plazas tan específicas como música para cine o música para jinlges (anuncios).
- Directores: Los interesados en convertirse en directores de orquesta generalmente se forman mediante estudios en conservatorios superiores o en cursos y especializaciones impartidas en diferentes instituciones públicas o privadas. No obstante, un director completo del siglo XXI también debe recibir formación en aspectos de gestión cultural, relaciones sociales y protocolo, entre otros conocimientos de amplio rango. Pues en última instancia, los directores también fungen como representantes artísticos de una sociedad, por lo que deben tener íntegros conocimientos.
- Luthiers: Construir, inventar o reparar instrumentos musicales es una profesión con salidas laborales bastante únicas e interesantes, pero con pocas alternativas en el mundo moderno. No obstante, ¿Quién dijo que aventurarse es fracasar? La primera posibilidad de comenzar en este bellísimo arte, puede ser como aprendiz en algún taller de lutería o asistiendo directamente a cursos especializados.
- Técnicos de sonido: En cualquier espectáculo con música amplificada o ecualizada, o en cualquier grabación o producción discográfica, siempre hace falta un profesional que se encargue de coordinar y perfeccionar los sonidos para que el resultado final sea óptimo. En el mundo moderno los técnicos o ingenieros de sonido son más necesitados que nunca, pues vivimos en una época de consumo musical masivo donde el mercado cada vez demanda una mejor calidad de audio.
- Docentes: Por lejos, una de las salidas profesionales más habituales dentro del ámbito musical. Para ser profesor en una escuela de música privada es suficiente con haber finalizado los estudios de pregrado o conservatorio, mientras que si se aspira a ser profesor superior o especialista en educación inicial, sí es necesario un grado de maestría o cursar algún tipo de posgrado orientado hacia la pedagogía.
- Musicoterapeutas: La musicoterapia es una rama relativamente naciente y de creciente aplicación científica en la actualidad, que implica el empleo de la música y la danza con finalidades terapéuticas y preventivas para intentar ayudar a equilibrar y mejorar la salud mental y física del ser humano. Pero para poder ejercer como Musicoterapeuta, es necesario un estudio dedicado y profundo para lograr convertirse en un profesional a la altura.
- Investigadores y gestores de patrimonio: En este apartado englobamos a aquellos profesionales que se centran en el estudio y la recuperación de patrimonio musical como son los musicólogos o los documentalistas musicales. Esta área puede lucir monótona sino fuera por el hecho de que la música ha estado y sigue estando presente en momentos clave a lo largo de toda nuestra historia como especie, y tanto aprenderlo como redescubrirlo y divulgarlo, siempre es fascinante.
- Empresarios: Hay muchas maneras de formar parte de la industria musical, y la vertiente empresarial es imprescindible para que los artistas podamos vivir de ello. Sean gestores culturales, agentes, productores, coordinadores, etc. Todos ellos aportan un granito de arena esencial para que la música siga presente tanto en los teatros como en los espacios públicos con eventos de alta calidad.
- Editores: El mundo editorial se está reinventando cada vez más gracias al desarrollo tecnológico. Y cada día se escriben nuevas obras y textos que pretenden abrirse campo en el mercado. ¿Quieres ser de los que estructuran contenidos y amplían conocimientos para el estudio de melómanos o el entretenimiento de la industria musical? Allí muy seguramente te estarán esperando.
- Periodistas musicales: Además de comprender que vivimos en una época híper-conectada, hasta cierto punto los medios de comunicación también definen lo que es tendencia en las masas por estos días. Aunque algunos identifiquen el periodismo con ser crítico musical, la labor del periodista musical es mucho más importante. Pues también ayuda a repensar y apreciar la música siempre desde nuevos enfoques.
Así que, acá está. Ya lo sabes. Si eres de los que no tiene muy claro qué hacer después de terminar tus estudios musicales, conociendo todas estas posibilidades, seguro que se te abren nuevos caminos profesionales para experimentar y convertirte en un experto multidisciplinado. ¿Colocarías algún campo que creas que haga falta? ¿Cuál es el que más te gusta?
¡Gracias por leer!