En estos momentos de mantenerse los estudiantes en casa surge una pregunta: ¿deben los padres convertirse en profesores?
Cabe anotar que los profesores están preparados para que los estudiantes no sepan algo, más para los padres les es difícil entender que sus hijos no sepan la respuesta a una tarea o lección planteada y entender que esto hace parte del proceso de aprendizaje. Tampoco se puede exigir que se conviertan en expertos en pedagogía de un día para otro. Por lo tanto es muy importante entender que los padres están acompañando el proceso y por ende la evaluación y corrección de tareas queda a cargo del profesor, o de lo contrario lo que se logra es generar en el estudiante una sobrecarga de tensión y angustia.
Cuando esta delgada línea se pasa, es cuando se manifiestan escenarios de maltrato o de estrés dentro de las familias, por lo que no se cuenta con las herramientas necesarias para abordar un tema académico y un resultado efectivo. Los padres y madres están para apoyar el proceso de aprendizaje, más sin la presión de asumir el rol de profesor.
El rol educador de los padres va mucho más allá de lo académico, son los que transmiten otro tipo de valores tan importantes como los que aporta la academia. Es un momento perfecto para recuperar o mejorar la comunicación que se perdió por la modernidad y que transformó el acompañamiento de los padres en espacios de cumplir horarios y de conversaciones cortas.
Dejar los procesos académicos a cargo de expertos, permite que los padres desempeñen su rol educador fundamentado en transmitir otro tipo de saberes, como lo son los valores, tradiciones y hasta la misma historia familiar.
Para apoyar los procesos académicos, están las clases particulares virtuales, a cargo de profesionales con años de experiencia en metodologías.