Una madre desesperada con su hijo busca recuperar 3 periodos en 15 días

Es muy difícil” es una de las frases frecuentes que escucho como profesor particular de matemáticas, es como grito de auxilio o algo así, pero ¿Que tan difícil es? En realidad, ¿Es difícil?

Después de mis años de experiencia como docente considero que nada es difícil, la dificultad es un muro mental que tienen los estudiantes para darle un porque al desconocimiento de los pasos para abordar una determinada temática los cuales siempre terminan siendo los mismos.

l Tomar la decisión de hacerlo.

l Disponer del tiempo necesario para hacerlo.

l Recibir orientación.

l Dar el primer paso.

Tal vez el paso más difícil es el primero, tomar la decisión debido a que para esto puede haber varias implicaciones entre estas puede haber miedo o fobia a las matemáticas, falta de tiempo o falta de orientación(profesor).

Un día llego una madre desesperada con su hijo de cuarto de bachillerato el cual había perdido los tres primeros periodos de cuatro al cual le habían dado una última oportunidad para pasar el año, tenía que superar dos exámenes, uno de cuarto periodo y un examen final, los dos el mismo día, en realidad era un buen reto como profesor particular pero no entendía tanta desesperación de la madre, todo tubo sentido cuando inicie la primera sesión de clase y el estudiante me confeso que siempre le habían ayudado sus compañeros en los exámenes del bachillerato, pero esta vez Hiba a estar solo, después de unos minutos de clase y algunas preguntas técnicas que siempre hago para hacer un diagnóstico general del estado académico del estudiante comprobé que lo dicho por el estudiante era real, puesto que tenía dificultades desde las bases de primaria, además tenía un defecto adicional que agravaba su situación el cual era que no podía hacer los números del tamaño normal siempre utilizaba cuatro cuadros para un numero como si estuviera iniciando a escribir en primero de primaria, es decir en otras palabras los números eran tan grandes que una operación algebraica la tenía que escribir en dos o tres renglones en conclusión un gran reto. En la primera sesión me encargue única y exclusivamente en motivarlo de que el sí podía lograrlo y hacerlo persuadir de que el sí podía hacerlo ya que estaba convencido de lo contrario, además en la primera sesión le impuse el reto de escribir un numero o letra en un solo cuadro, al principio le costaba mucho pero en cuestión de media hora había aprendido la importancia de escribir en un tamaño indicado, además de tomar la decisión de hacer un gran número de ejercicios después de cada sesión dicho de otro modo hacer cuatro años en tres semanas. Finalmente, con su diciplina y vigilancia de su madre hicimos lo imposible que pasara su año escolar.