La educación como herramienta de transformación

Recién cuando me puse a trabajar como profesor particular que noté lo poderosa que es la eduación.

Cuando digo esto no me estoy refiriendo solamente a el contenido que se puede imparte en las escuelas, llena de historias ya contadas, de matemáticas resueltas o complicadas que no muchos logran comprender realmente, o de leyes físicas que "gobiernan" el mundo tal cual lo conocemos.

Hablo de la eduación como herramienta de transformación.

Pensalo así: nacemos y al empezar a respirar en este mundo, tenemos la familia que nos toca, los cuales van a ser nuestros guías en el mundo hasta alcanzar la edad escolar donde el centro de "formación" es la escuela. Todo esto si optamos por ese camino, sino nuestra educación seguirá en manos de aquellos que decidan nuestros padres o que adoptemos nosotros por votus propio.

En cualquiera que sea el caso, nacemos como un bloque de mármol que puede ser tallado (y será) por todo cuanto se nos presente en la vida. Desde las decisiones de nuestros padres en vacunarnos o de bautizarnos hasta el tipo de escuela que elijamos, la especialidad, los deportes que nos entremos, aquellas personas especiales que nos marcan, absolutamente todo.

Dentro de esto, educación llamo al acto de ser moldeado por los tránsitos de la vida. Entonces elegir una eduación repleta de conciencia es para mi, sin lugar a dudas, una inversión de las mas importantes que nos van a presentar. Todo lo que incorporemos a nuestra vida, o que nos incorporen cuando somos más pequeños, tendrá sus efectos y llegados a adultos, no haremos más que reconocer las cualidades y aptitudes como también nuestras debilidades, y trabajaremos con ellas, potenciando las que nos fortalecen y minorando esas que creemos o sentimos que no nos representan, pero que sin embargo están allí producto de nuestro pasado.

De esta manera, como educador, siempre estoy revisandome en mi vida diaria, en mis relaciones, en mis actividades y elecciones, de modo de llevar conciencia a cada uno de esos puntos. Así solamente puedo elegir quién quiero ser, qué quiero transmitir, y a partir de ahí, cómo quiero educar y qué quiero dejar en mis alumnos.

Invito a aquel que lea, que se piense un segundo siendo educado de la forma que se le ocurra, y se pregunte, lo que quiera, pero que se cuestione. Así se inicia el camino de la transformación.

Laureano Sosa

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