El conocimiento es un recupero de la memoria ancestral.

Que título verdad?. Quiero significar que no existen personas que saben y personas que no saben. No existen personas inteligentes y personas que no lo son.

Todos somos personas que hemos llegado a este mundo desde una historia que nos iguala, como dirían algunos biólogos somos el espermatozoide que ganó la batalla. Y en eso no hay diferencias, más allá de los métodos empleados para garantizar el arribo al Planeta Tierra.

Luego, es verdad, los condicionamientos sociales, sus normas no todas negativas pero en la mayoría de los casos mal utilizadas, son las que van estableciendo las diferencias. Sintetizando: las oportunidades. Las que recibimos del entorno y las que conquistamos por nuestros medios.

Porque llegar al Planeta es el desafío de la evolución humana, nos fueron dadas las facultades, las facultades para descubrir qué hacer en el camino. Nada servido. Como se diría vulgarmente: tenemos herramientas para aprender a pescar, ni el pescado ni el método, las herramientas.

Si logramos re descubrir ese aspecto, la vida de cada uno puede ir cambiando y por ende contribuir al cambio más general.

La vida es según el color del cristal con que se mira. Por lo tanto hay que

elegir el mejor color de ese cristal. Y eso es algo que todos podemos.

Para un buen aprendizaje escolar o de la cotidianidad, lo primero es aprender a escuchar lo que el corazón manda. Sabes que el corazón tiene su propio sistema neuronal? Así lo admite la ciencia, ese sistema no nos fue dado para el aprendizaje, pero puede recuperarse. Es quien nos indica cuales son nuestras necesidades emocionales e intelectuales. Es una buena guía.

Si logramos escucharlo, sabremos de las preferencias que no impiden incursionemos en otros aspectos del conocimiento aunque no se transformen en nuestro centro de vida.

Preguntas elementales como qué, cuándo, dónde, cómo y por qué, contribuyen a que asociemos las herramientas que vamos recibiendo a lo largo de nuestra vida y nos ayudan a construir con solidez la personalidad, la actitud de vida. Comprender que somos parte de un todo aunque seamos indivisos.

Con estos elementos y un mejor aprovechamiento de las herramientas todos ´aprendemos´ y constituimos la inteligencia. Porque la inteligencia no es una cuestión de memoria repetitiva ó selectiva unicamente.

El objetivo como transmisora de los conocimientos que buscan los alumnos que llegan a mis clases es justamente partir de ese conocimiento interno, al que muchas veces queremos ´burlar´ apelando a la comodidad o pensando que no estamos hechos para tal o cual cuestión.

Y desde ese punto de inflexión, jugar como niños y acercarnos al mundo de los adultos. Porque muchas veces negarnos a SABER es una manera de NO QUERER CRECER.

Y crecer es justamente lo que la evolución, o sea nuestro mundo que es más grande que el mismo Planeta, nos pide que hagamos.

Los espero a mis clases.

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