Enseñanza de un segundo idioma a temprana edad.

El dominio de un segundo idioma se ha convertido en una obligación impuesta por el mundo globalizado. Hoy en día se podría académicamente pensar que un individuo que no maneja una segunda lengua esta fuera de demanda profesional puesto que hablar otro idioma especialmente el inglés es una obligación a la hora de aplicar a una oferta laboral, viajar al exterior, acceder a educación superior entre otros aspectos culturales también.

El aprendizaje de un segundo idioma después de cierta edad puede llegar a convertirse en algo complejo, de mucho trabajo autónomo y dedicación personal muy aparte de asistencia a la academia o vigilancia académica profesional, a cierta edad este proceso requiere de mucho trabajo y concientización.

Todo lo anterior para mencionar el gran deber que tienen los padres en transmitir y promover esta competencia o necesidad a sus hijos (as) a temprana edad para así mismo evitar la tardanza en ello.

Soy testigo de lo arduo que puede ser mejorar un segundo idioma en la edad adulta, y vidente de lo fácil y natural que puede ser para un niño internalizar naturalmente un idioma aun cuando no se esté en un contexto real del mismo, acá lo verdaderamente importante es que se empiece a temprana edad. He sabido de casos de adolescentes que han aprendido una segunda lengua en no mayor a dos años de contacto o inmersión en el mismo.

Este artículo no es más que una invitación a los padres a reconocer las amplias capacidades de los niños y jóvenes en el aprendizaje de uno o más idiomas a temprana edad, no subestimemos a los jóvenes, aprenden de forma real e inmediata pero probablemente por su propia cuenta no hay el reconocimiento y vinculación al proceso a menos de que se esté en el contexto real y cultural que los sumerja en el aprendizaje de un idioma.

¡Padres! Impulsar al aprendizaje de un segundo idioma a temprana edad es deber de todos.