¿Cómo motivar a los niños en casa y en las aulas?

La motivación es esa fuerza que nos estimula a realizar algo. Es la energía que nos impulsa hacia algo que nos resulta interesante. Gracias a ella persistimos en algo y logramos las metas. Motivar a los alumnos es una de las competencias más importantes de un maestro, y también es muy importante en casa.

Ahora bien, si lo que nos impulsa proviene de nuestro interior, de nuestros gustos y propia satisfacción será una motivación “intrínseca”, pero si hacemos algo en pro de algo externo se llamará “extrínseca”. El equilibrio entre ambas es una magia. Para ello les sugiero los siguiente tips:

  • Destacar la razón por la que se hacen las cosas.

  • Pregunta al niño si quiere o no hacer algo, cómo cree que hizo una actividad o una tarea y conversar sobre ello. Validar sus intenciones y motivaciones intrínsecas.

  • Revisar las pautas de crianza, para favorecer el equilibrio entre la motivación intrínseca y extrínseca. Si criamos en base a premios y castigos, muy probablemente instauraremos una motivación extrínseca que hará del niño un adulto manipulable. Sin embargo, también es importante en algunos casos para generar entusiasmo que existan algunos incentivos de apoyo. La clave es el balance.

  • La aprobación de un adulto puede también convertirse en un elemento de motivación extrínseca inapropiado, y es cuando el niño se hace dependiente de que el adulto le diga cómo hacer cada actividad.

  • Reforzar la sensación de satisfacción cuando se alcanzan logros, por pequeños que sean.

  • Permitir que los niños en sus pequeñas decisiones vivan las consecuencias que ellas les acarrean. De esta forma se esforzarán para evitarlas cuando sean desagradables. Protegerlos y evitarle esas consecuencias lógicas, no es conveniente. Por ejemplo, si no recoge sus juguetes posiblemente no podrá encontrarlos cuando los quiera tener; esta es una consecuencia lógica de su acción de no guardar. Si hacemos esto junto con apoyo para enseñarlo y acompañarlo a guardar y ordenar sus juguetes poco a poco lo hará solo.

  • Reconocer las cosas que motivan a cada miembro de la familia, seguramente allí se encuentran los talentos.

  • No utilizar los alimentos como premios; más bien fomentemos sentimientos positivos como el orgullo, así como momentos agradables y de celebración ante la consecución de metas.

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