Apuntes, estudio y exámenes. Cómo preparar unos apuntes de calidad para mejorar el estudio.

PARTE 1: EL AULA

Lo más importante es asistir y atender en clase, sólo con eso tendrás asegurado el 50 % del estudio. Participa en el aula, no te guardes las dudas, comenta y si es necesario pide que te repitan la explicación. Intenta salir de clase con las ideas claras.

Si durante las clases copias, haces dibujos y esquemas, utilizas subrayadores, colores y diferentes tonos de bolígrafo, serás capaz de mantener la atención durante más tiempo y la calidad del estudio mejorará.

No hagas fotos a las presentaciones pensando “luego lo paso a limpio”, porque eso no va a pasar. Si no te da tiempo a copiar, deja un espacio en blanco, y continúa. Esa misma tarde completa tus apuntes de clase con el libro o el power point de la lección del día.

Haz lo mismo para esquemas o dibujos elaborados: deja un espacio o una hoja en blanco para realizarlos con calma por la tarde. De esta manera repasarás la lección y sacarás tu lado creativo. Esto fomenta una relación más relajada con la asignatura, especialmente si es la que te da pereza estudiar.

Unos apuntes limpios aumentan las ganas de estudio.

Si tu profe deja las dudas para el final, y no te estás enterando, pregúntale a tu compi en voz baja qué es lo que están explicando, si se puede resolver con una respuesta corta genial, si es algo más complicado, déjalo para el final.

Entre clase y clase tómate un descanso: bebe agua, ve al baño, recoge tu mesa o habla con un/a compañero/a. No somos capaces de mantener más de 50 min seguidos la atención, por lo que los descansos no sólo son buenos si no necesarios.

Todo lo que hagas en el aula, no tendrás que trabajarlo en casa.

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