¿Será la revisoría fiscal el hilo que toda empresa busca cortar?

Una definición concisa de un revisor fiscal es la siguiente: “Es un profesional de Contaduría Pública, designado por la administración de una empresa, para además de dar fe pública a los estados financieros y dictaminarlos, ser la conexión directa entre el gobierno corporativo y sus empleados, con el fin de conocer la situación real de la empresa, para así encaminarla a la ejecución de nuevos proyectos”.

Es un concepto muy amplio para una profesión que solo es practicada en Colombia, puesto su nula existencia en ningún otro lugar del mundo, lejos de ser una desventaja, es una fortaleza, debido a la originalidad- de por sí que es muy escaza en el fundamento de la profesión de contaduría en el país- con la que un revisor fiscal se puede desarrollar, es decir es un paso hacia adelante que ha dado el país para el fortalecimiento de su economía.

La revisoría fiscal, aunque es una profesión ya conocida hace desde muchos años, aún sigue siendo un diamante en bruto, un talento que hace falta pulir. Un ejemplo para denotar el ejercicio de la revisoría es el de una prenda a confeccionar, una prenda para quedar completa necesita de un tipo de tela para ser fabricado, hilos y una aguja- siendo el ejemplo de una prenda hecha a mano- la revisoría fiscal es uno de los hilos de esa prenda.

Lastimosamente ese hilo es visto de distintas maneras según la sociedad; las empresas ven al revisor como un hilo suelto que pueden cortar con unas tijeras, los contadores lo ven como un hilo para reforzar la costura y la ciudadanía ven la profesión como un hilo de un color diferente al color de la prenda. Estos puntos de vista se dan porque la profesión se ha desarrollado- no por muchos- como una fuente de ingresos adicional para el contador solo porque la ley lo exige en los casos respectivos, la empresa ve al revisor como un empleado para hablar bien de la empresa, un empleado que debe conocer algo de la empresa pero no tiene la relevancia suficiente, debido a una auditoría interna y externa a nivel institucional que les informen sobre riesgos que tengan y que afecten su liquidez, un viajero casual de la empresa para cumplir sus obligaciones con el Estado.

El desarrollo de la profesión de la revisoría fiscal para Colombia, su país fundador, no es tan importante como el de la auditoria, contabilidad o tributaria al punto de no tener una catedra establecida, esto es evidenciado desde el nivel académico en donde se le pregunta a un estudiante de contaduría pública obteniendo así una conclusión: a los estudiantes de primeros semestres o no saben la existencia de la profesión o era la persona que pone su firma en una declaración de renta que vieron en un taller, y para los estudiantes de semestres posteriores la profesión es vista como un auditor con limitaciones, una persona que conoce poco de la empresa y reclama sus honorarios como si fuera un bebé hambriento, además de ser una profesión de precario cuidado porque han escuchado sobre su aparente extinción.

La profesión ya viéndola en la realidad de la empresa es como ese hilo de la prenda que no pueden jalar porque pueden dañarla, pero la pueden ocultar para que no se vea fea, porque los contadores públicos se han encargado de difundir esa imagen, por un solo motivo, porque no le han dado la importancia que se merece, es una profesión con todos los componentes del contador público, pero que además tiene la facultad de informarle al Estado sobre la plena confianza de la información que presentan porque han REVISADO todos los procesos de la empresa y dan la seguridad que la entidad está buscando el fortalecimiento de la economía colombiana, es un samaritano conocedor desde el primer hasta el último paso de la empresa el cual busca hacerla crecer, pero con el carácter de establecer el camino correcto e incorrecto que están siguiendo.

A la revisoría fiscal se le debe alejar del hilo de la auditoría porque son su base para establecer su criterio, son sus fundamentos para dar veracidad de la situación de la empresa, pero no es un auditor porque el revisor no da una opinión sobre la situación y continúa con otro caso, sino que el revisor evalúa cada situación, establece sus criterios de mejora e informa la situación no solo a la administración de la entidad sino al Estado con un solo fin, brindarle bienestar al país.

En conclusión, el ejercicio de la revisoría fiscal deje de ser un hilo más que se puede cortar, los contadores públicos deben darle el grosor y calidad que necesita para ser visto por las empresas y la sociedad como ese hilo que une toda la prenda, es verdad, este proceso no es inmediato, pero es un proceso relevante para todas las generaciones de contadores públicos para convertirse en el hilo de oro de la sociedad.

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