Neoliberalismo: Aproximación y antecedentes.

La teoría neoliberal, si bien es cierto tomó relevancia y preponderancia a finales de los años 80 y 90, empezaría a gestarse desde bien finalizada la segunda guerra mundial. El modelo Keynesiano, a quien se le puede dar el crédito de haber ayudado a superar la crisis de la gran depresión en los años 30 gracias al planteamiento de este de aumentar el gasto público, una mayor emisión de dinero para movilizar la economía y la función de un estado proteccionista que sirviera de garante para el desarrollo de las industrias nacionales, no obstante, estas medidas económicas parecían volverse insostenibles en un mundo de posguerra, dado que los países devastados y extremadamente endeudados estaban al límite de su capacidad económica, pues la cantidad de dinero utilizado (que fue emitido desde los bancos de cada país) para financiar la guerra, más tarde empezaría a pasar factura con una alta inflación, especialmente en la zona europea, epicentro total de los 5 años de guerra.

Como se puede apreciar, las medidas que el economista ingles Jhon Keynes planteó para la economía funcionaron en su momento, pues estabilizó la economía y se registraron crecimientos económicos posteriores jamás vistos para el capitalismo en su historia. No obstante, el auge de este modelo de capitalismo se desplomaría como un castillo de naipes al finalizar la segunda guerra mundial y es acá donde personalidades como Von Hayek y un selecto grupo de intelectuales economistas intervienen en el escenario económico, con el único fin de reemplazar el moribundo estado de bienestar que tenía a la economía global al borde de una nueva crisis.

Von Hayek, a quien se le puede considerar como uno de los fundadores de la corriente neoliberal, detestaba y criticaba todo aspecto de intromisión estatal en materia económica. Detestaba el comunismo y en su momento al tercer Reich alemán, protagonizado por la ideología nazi. Planteaba en su momento, que toda intención de intervención estatal se relacionaba con las dictaduras y que esa intervención del estado en la economía, era propia de gobiernos autoritarios y dictatoriales que suprimían las libertades, elemento que es fundamental en el constructo teórico de la ideología capitalista. Hayek limitaba el papel y poder del estado al marco legal que este tiene para garantizar la libre competencia de los actores económicos. Así mismo, decía que el estado nada más debía intervenir en exceptuados casos, cuando las ocasiones lo ameritaban y solo cuando hay imprevistos de los cuales el individuo o individuos no pueden protegerse o evitarlos. (Hayek, 1995; 157).

Otro de los pensadores influyentes que ayudaron a sedimentar esta modernización de la doctrina liberal, fue Milton Friedman, reconocido economista e intelectual estadounidense. Fundador de la escuela de Chicago y fundador de la teoría monetarista, teoría clave en una economía que cada vez más era movida por los bancos y los grandes capitales.
Para Friedman, al igual que Hayek, el poder del estado era necesario e importante, no obstante, también planteaba que ese poder del estado debía ser limitado (A leyes que garanticen a libre competencia, como bien decía Hayek) y además de eso, lo más descentralizado posible.

Para esto, Friedman defendía que el mejor sistema de gobierno que se podría instaurar para que el modelo neoliberal prosperara era el democrático, ya que en este había pleno goce de libertades individuales y había descentralización del poder político, lo que evitaba la coerción y un sistema de gobierno que amenazara las libertades, que como ya he venido diciendo, es un principio fundamental y representativo en la nueva doctrina liberal. A su vez, consideraba a la pobreza como un proceso inherente al sistema económico, pero que no obstante, el individuo puede intervenir, como en una clase de competencia, por aprovechar los recursos que el mercado libre le deja a su disposición y que puede usar con el fin ultimo de mejorar su calidad de vida hecho que por supuesto, no es accesible a todo el mundo.

No obstante, vale la pena detenerse a pensar un momento respecto al sistema de gobierno que plantea Friedman como ideal para que el neoliberalismo prospere, pues, sus postulados y recomendaciones económicas se llegaron a utilizar en países que no eran muy democráticos precisamente, como es el caso de Chile en los años 70 con la dictadura de Pinochet. Aun así, durante los años en los que duró la dictadura, los preceptos neoliberales se aplicaron a rajatabla y sus estadísticas económicas avanzaron positivamente, a pesar de que durante ese mismo periodo se restringía la libertad de elección de la población y se violaban sistemáticamente los derechos humanos.

Ahora bien, la aplicación del modelo neoliberal en América latina, puede corresponder más a una imposición llevada a cabo por nuestros compañeros del hemisferio norte, comenzando por el hecho de que, tras su aplicación en Chile, (bastión neoliberal en la región), se acudió a la toma del poder a través de la dictadura, apoyada precisamente por quienes apoyaban este régimen moderno de liberalismo y que abogaba por las “libertades”, se hace evidente una contradicción ideológica interesante.

Los mejores canales y plataformas para aprender historia
Gracias al fenomeno de la globalización y al perfeccionamiento de las herramientas digitales, aprender ya no es como antes, ahora...

El neoliberalismo en América Latina, empezó a aplicarse tácitamente tras la reunión del consenso de Washington a finales de la década de los años ochenta, reunión casualmente posterior a la aplicación del modelo neoliberal experimental en territorio chileno.
En el consenso de Washington, que fue el encuentro promocionado por el fondo monetario internacional (FMI) y el banco mundial (BM) (recientes instituciones financieras surgidas a partir de la segunda guerra mundial) figuras emblemáticas de la hegemonía del nuevo sistema neoliberal, se dictaron una serie de premisas o “recomendaciones” que iban encaminadas a los países en vías de desarrollo y con un alto endeudamiento, con el fin de que estos alcanzaran el desarrollo.

Entre las recomendaciones que se dieron en el consenso de Washington, podemos encontrar varios elementos claves para entender el modo de producción y comercio que suele haber hoy en día entre los estados contemporáneos. Entre ellas podemos encontrar las siguientes: La que plantea la disminución del gasto público de los estados y la privatización de empresas estatales, estas dos principalmente afines al principio de poca participación del estado en la economía y la liberación de la economía, que involucraba la abolición de proteccionismos y apertura de fronteras económicas entre los estados.

En el caso de América Latina, la cual venia transitando por la estrategia desarrollista y que venia cosechando buenos resultados en materia social, empezó a estancarse debido principalmente a la creciente tendencia de los oligopolios y a la poca competencia en territorio local que ocasionaba el proteccionismo vigente en la mayoría de estados. El modelo de desarrollo industrial propuesto por el desarrollismo, se vio en la imposibilidad de industrializar el país a través de las exportaciones, pues el modelo proteccionista que se llevaba a cabo en la mayoría de estados evitó el libre comercio y por lo tanto los países se quedaban sin compradores para sus exportaciones, lo que inevitablemente llevó a un callejón sin salida.

Clases de ciencias sociales

Esta situación llevó a que los estados incumplieran sus acuerdos de pagos de deuda externa y generó una especie de “bola de nieve” de la deuda externa y los intereses, que aumentó a niveles desproporcionados y arrojó por la borda el progreso obtenido al principio con esta estrategia. En ese sentido, tras el lamentable fracaso del modelo económico desarrollista, empezaba cada vez más a tomar relevancia uno nuevo, el cual tenía una dirección y un enfoque completamente diferente y que consistía básicamente en conseguir un crecimiento económico consistente y que se mantuviera estable a través del tiempo, sin tomar en cuenta el aspecto social, que en este nuevo modelo quedaba relevado a segundo plano y se le restaba importancia.

Las políticas públicas, encaminadas a tratar temáticas de bienestar social de los estados que implementaban este modelo, sufren una serie de cambios nunca antes vistos en estados que venían siendo de índole Keynesiana y desarrollista, donde la atención a políticas sociales estaba en primer plano. En este nuevo modelo, surge una descentralización en cuanto a las decisiones de carácter social, donde el gobierno central transfiere responsabilidades que antes eran únicas, a nuevas entidades o corporaciones, siéndole indiferente si pueden satisfacer el amplio espectro que esto podría conllevar. Sería el caso de por ejemplo la atención a la niñez por parte de la UNICEF, organismo no gubernamental que integra las naciones unidas y que atiende problemáticas sociales enfocadas a la niñez.

Así mismo, se plantea la privatización como solución a la crisis fiscal que venían teniendo los estados, argumentando que a medida que el estado se “deshace” de instituciones que cumplen un objetivo de carácter social, la eficiencia de estas aumentará, pues los procesos serian optimizados y la carga presupuestaria de su mantenimiento pasaría a manos de terceros. No obstante, nuevamente esto plantea un aumento de la desigualdad, pues la privatización llevaría al encarecimiento del servicio que antes era público y esto reduciría su acceso, por ejemplo, el caso de la venta de una empresa de servicios públicos que sea vendida a una multinacional extranjera, aumentaría considerablemente el costo que esta empresa empezaría a cobrar por seguir dando el servicio.