Muchas veces escuchamos expresiones como: "SOY MALO PARA LAS MATEMÁTICAS" o” NO NACÍ PARA ESTA MATERIA" o "NUNCA FUÍ BUENO PARA LAS MATEMÁTICAS", no solo en una temprana edad, sino aún en la vida adulta y profesional. Y esta idea llega a arraigarse tanto en la mente, que se vuelve un principio de vida y no se busca más allá de que es lo que se esconde detrás de estas afirmaciones.
Con base en mi experiencia, he visto como muchos estudiantes en su edad escolar optan por carreras que no involucren las matemáticas, (lo que es imposible, ya que, está inmersa en todas las ciencias en menor o mayor grado) y una de mis recomendaciones, es volver a tener una nueva experiencia de aprendizaje de las matemáticas, reconectarse con las mismas, es decir, darles otra oportunidad en su vida y luego de esto, ya con una buena relación con las matemáticas decidir la carrera a estudiar sin necesidad de huir de ellas.
Aunque en algunos casos por motivos genéticos el aprendizaje de las matemáticas se le dificulté un poco más a unas personas que a otras, hay que exterminar de la mente el mito de que las matemáticas son solo para unos pocos.
En realidad, unos de los factores que influyen en el aprendizaje de las matemáticas depende del apoyo y la preparación previa que se recibió o se recibe durante su aprendizaje. No todos los estudiantes que se encuentran en un aula o salón han recibido el mismo apoyo o preparación en matemáticas (y eso me recuerda mis primeros semestres de universidad).
Por eso no hay que perder la esperanza, con un apoyo escolar virtual adecuado, a tiempo y con esfuerzo y la mejor actitud, es posible desarrollar las habilidades necesarias para aprender y aplicar esta bella ciencia en nuestra vida, no solo a nivel escolar, sino en nuestra cotidianidad.