A menudo me encuentro con la consulta de personas que desean elegir la fórmula de entrenamiento adecuada para su nivel de condición física, sus horarios y disponibilidad, intereses, etc.
Y la respuesta no es sencilla, por lo que quizá sea conveniente reflexionar.
Soy de la opinión de que la ciencia del entrenamiento y la actividad física es aún jóven, pero podemos afirmar que ya hay mucho avanzado. Cuando veo la amplia variedad de métodos de entrenamiento comerciales, tipo Crossfit, Pilates, Zumba y otros, me surgen siempre las mismas pregunas: ¿acaso no son lo mismo de siempre, ordenado y maquillado de diferente manera? ¿Hay un método de entrenamiento único y mágico? Al final, debe ser la variedad la que marque nuestros esfuerzos.
Y es que unido a lo anterior, es frecuente oír: "Con tal método consigues resultados", "tal otro es lo mejor para" y un largo etcétera.
Al final lo importante es el movimiento, entrenar nuestra fuerza, resistencia y flexibilidad de manera adecuada e individualizada, prevenir lesiones y buscar la salud, todo ello unido a una alimentación saludable y fomentando el descanso, tan necesario imperativamente hablando.
Pero, ¡cuidado! Los peligros no residen en el propio método que elijas, sino en los profesionales que hay detrás de ellos. Las personas que ejecutan y orientan nuestro entrenamiento deben ser personas formadas y con experiencia suficiente como para asegurar tu salud. No todo vale para todos.
Busca aquello que cubra tus expectativas, que te motive, que puedas manterner durante toda tu vida, que eches de menos cada día... ese será el método adecuado.
Disfruta de tu entrenamiento.