Efectivamente aprender vocabulario y específicamente verbos, algunas veces no es tarea fácil, sobre todo cuando el docente nos anuncia “el viernes tenemos examen, no se les olvide repasar su lista de verbos de esta semana” y resulta que mi lista de verbos son ¡cincuenta!.
Por eso lo más aconsejable no es “memorizar” sino “hacerlos parte de mi vida”. Y te preguntarás ¿y cómo los voy a hacer parte de mi vida? Bueno, debes de recordar que ante todo eres una persona ¡creativa y genial! Por lo que deberás echar mano de esas cualidades para superar los escollos.
Seguramente que al ir a tu relación de verbos, observarás que ya sabes veinticinco o posiblemente treinta, así que para los que aún faltan, te comparto dos estrategias que en base a mi experiencia dan muy buen resultado.
En primer lugar, ten en mente que lo que no se nos olvida es aquello que nos divierte, así que una técnica es hacer una historia chusca utilizando, digamos, diez verbos. Piensa que te entretiene y sobre ello escribe tu relato; tiene que ser una narración corta pero al mismo tiempo simpática y agradable para ti.
Una segunda técnica es hacer un memorama, si eres un experto en la ilustración apóyate en ese don y realiza tus obras de arte y seguramente ¡ya no necesitarás el memorama! pero si no, sólo debes de tener a la mano dos hojas de papel grueso, regleta, tijeras y una pluma, utiliza tus conocimientos geométricos para hacer cuadrados o rectángulos del mismo tamaño en cada una de las hojas, escribe en cada uno de ellos los verbos que te falta por aprender, recorta y ¡empieza a aprender! Para amenizar tu tarde puedes invitar a tus amigos y hagan realidad la ya famosa frase “diviértanse y aprendan”.
¡Mucho éxito!