Revisar el plan de estudios y desarrollar enfoques alternativos para abordar las lecciones, a los fines de lograr una mejor comprensión por parte de los alumnos:
Identificar las necesidades individuales de aprendizaje y de comportamiento de cada estudiante.
Responder de manera eficaz ante sus distintas necesidades, temperamentos, destrezas y habilidades.
Apoyar a los estudiantes y a sus padres mediante estrategias alternativas y, de ser necesario, brindar asistencia adicional con asignaciones o proyectos diarios.
Preparar e implementar programas remediales a aquellos alumnos que requieran de ayuda adicional.
Velar por el desarrollo personal y social de los estudiantes:
Ofrecer herramientas concretas y estrategias para mejorar el liderazgo, el manejo del estrés, la autoestima, la toma de decisiones, la comunicación y las habilidades interpersonales.

Utilizar una variedad de técnicas de enseñanza que impliquen modelar, observar, cuestionar y reforzar:
Ayudar a los niños a expresarse por sí mismos, escuchando y respondiendo a preguntas y comentarios para entablar una conversación.
Mejorar el comportamiento de los estudiantes explicándoles y enseñándoles buenos hábitos.
Coordinar actividades y excursiones que promuevan el desarrollo físico, mental y social.
Elaborar, aplicar y corregir exámenes y demás métodos de evaluación, tales como exposiciones, trabajos en grupo, además de la asignación y revisión de la tarea:
Completar el proceso de calificación con la elaboración de informes y realizando reuniones con los padres y representantes para discutir acerca de los resultados de cada estudiante y de sus dificultades de aprendizaje o problemas de conducta.
Llevar registros detallados referentes a la progresión individual de cada alumno, es decir, su expediente escolar y registro de asistencia, a los fines de garantizar que el estudiante logre el progreso adecuado y que cumpla con los objetivos establecidos.