Estimulación Acuática - Primera infancia/Inclusión

Mediante la estimulación a través del agua, el niño recibe sensaciones que le permiten disminuir tensiones, organizar su conducta, conectar con el entorno, conseguir estados de relajación y mejorar su relación con el medio.

El trabajo dentro del agua se hace individual y personalizado, con pequeños a partir del año y medio hasta los 7 años, partiendo de la importancia de la regulación conductual y emocional del niño, se realizan actividades que fomentan la relajación, la planificación del movimiento, la seguridad y la confianza. Es un programa completamente adaptado para niños con condiciones como autismo, síndrome de down y TDAH.

Los beneficios de la actividad acuática comprenden aspectos como lo emocional, el comportamiento, la atención y la motricidad, entre otros.

Emocional: A nivel emocional, el trabajo en el agua puede calmar los estados de ansiedad y el estrés, aportándole al niño seguridad y tranquilidad. Así mismo, al disminuir los estados de alerta y tensión, favorece los ciclos de sueño.

Comportamiento: La intervención dentro del agua mejora la integración de estímulos sensoriales, favoreciendo notablemente el comportamiento del niño en los distintos contextos donde se desenvuelve, siendo este medio un potente reforzador conductual para el niño.

Atención: Es una herramienta útil para trabajar la atención sostenida en una actividad, el seguimiento de instrucciones y para mejorar la respuesta a la comunicación social.

Motricidad: Mejora el control postural y desarrolla la planificación motora, con lo cual, favorece el desarrollo de la psicomotricidad, aumentando la coordinación y armonía de los movimientos.