Nancy Aguirre

Hay tres momentos que son importantes para mi, al iniciar una clase, primero la motivación, en donde se genera una curiosidad al estudiante, un interés en cuanto a tema y materiales, el segundo momento es la realización del proyecto, es decir, manos a la obra y el tercer momento es la socialización, exposición y la sensación que les dejo el ejercicio. La materialización de una obra es el resultado de la destreza, el empeño, la seguridad, la motivación y los sentimientos del niño, el arte da la capacidad de comunicar un estado de ánimo, a través de una representación plástica, sea por medio de un dibujo, una pintura, collage, escultura, mosaico y cualquiera que sea una manifestación entre el pensamiento, las manos del niño y sus materiales. A través de las diferentes herramientas que nos brinda las artes plásticas, el niño libera y descarga energías negativas o positivas, el arte como terapia, ayuda a ese pequeño ser humano a desinhibirse de cosas que probablemente lo estén aquejando, el arte es una herramienta liberadora, una herramienta que relaja el alma, que enriquece el espíritu, cualquier persona puede hacer ejercicios de arte terapia, pero cuando es dirigido a niños, es la varita mágica que saca esos talentos ocultos y es la mejor manera de descubrirlos, moldear los y pulirlos.