Manuel Fernando Ruales Luna

Se propone unas clases de suprema dinámica, con participación inclusiva y activa en los temas a tratar, ya que se reconoce y no se excluye ninguna opinión, es decir, se opta por una educación abierta y horizontal entre docente y estudiante, para enriquecer el conocimiento de forma que las clases no produzcan tedio. Se relaciona, además, todo el conocimiento con la vida cotidiana, la mitología y todos los problemas existenciales, y, de esta manera, lograr que lo aprendido se perpetue con el cotidiano vivir y, por supuesto, con la vida académica. Puesto que, una de las mejores técnicas para llevar a cabo el aprendizaje arraigado a la mente y la vida cotidiana es, en términos generales, la asociación y el matiz entre lo simbólico del lenguaje y las acciones éticas y prácticas. Así pues, se impartirán clases de global cosmovisión, en las que lo más importante es la transformación del pensamiento y el acto, y no la mera acumulación de teorías, ya que los seres humanos no son vasos vacíos que hay que llenar, sino potencias que hay que potenciar mediante dinámicas de la mente que acoge lo nuevo sin rechazarlo por ser desconocido y hasta en el menor tiempo olvidarlo, sino que logramos que lo aprehenda involucrando las bases psicológicas con los conceptos en apariencia nuevos, en un hábil movimiento de matices desarrollados a partir de la asociación entre realidad y conocimiento teórico y práctico. Esto nos dará como resultado un aprendizaje perpetuo y eficaz de cara al futuro.