La clase se divide en dos segmentos: en primer lugar, uno teórico enfocado en los conceptos e ideas pertinentes para el adecuado aprendizaje de uno o varios temas.
El segunda instancia, un segmento dedicado a ejercicios prácticos para fortalecer lo aprendido teóricamente, dichos ejercicios pueden ser de lectura, escritura u oralidad, de acuerdo con las necesidades y expectativas de los participantes en las clases.
Es diferente enseñar o repasar, conceptos relacionados con el lenguaje español, la gramática, la ortografía; o la historia de la literatura y las vidas y obras de escritores clásicos o reconocidos, que fortalecer la lecto-escritura, la creación literaria, la redacción, o los temas relacionados con gestión de proyectos culturales, o edición y publicación de libros, cada uno de estos aspectos, requiere de determinada metodología para abordarlos adecuadamente, lo más importante en el desarrollo de las clases es crear un ambiente agradable para el participante y lograr los objetivos en cuanto a la aclaración de conceptos, aprendizaje de técnicas de escritura o redacción, y trabajo de campo, en el caso de elaboración de proyectos culturales.
Leer, escribir, ser creativo en la escritura, aprender conceptos lingüísticos o literarios, requiere de paciencia y de procesos desarrollados paulatinamente, para obtener los mejores resultados.
Y también es fundamental crear empatía entre el profesor y la persona que recibe la clase.