Juan Pablo Cardona González

Soy un docente que cree fuertemente en las enormes capacidades de sus estudiantes y de las posibilidades que tienen desde la lógica y la interpretación como base conceptual que les permite aportar un punto de vista innovador y signifcante para sus vidas y la sociedad. De este modo, recurro a la experiencia como elemento clave de comprensión y de aprendizaje, puntualizando en la necesidad de conocer muy bien las realidades sociales desde una visión que comprende que cualquier ejercicio profesional debe proyectarse tanto desde el progreso económico como de la responsabilidad con las personas. No es posible entender un proceso académico que no impacte al estudiante en su estrucrura personal, consecuentemente, los procesos de enseñanza no pueden ser simplemente un ejercicio de llenar de contenidos, deben visualizar y pensarse como el compartir de saberes profundos y útiles.
Un estudiante no es una vaso vacío, cada uno de ellos posee unos presaberes muy valiosos que hay que saber encausar. La relación estudiante alumno que siempre parte del respeto mutuo debe tratar de ver más allá del simple ejercicio de aportar un concimiento y generar unas evidencias; los tiempos actuales apremian profundidad, humanismo, uso creativo de las tecnologías y sobre todo tener en cuenta que los encuentros académicos son entre dos seres humanos con sus muchas particularidades, de allí que todo proceso intelectual requiera partir del respeto, el amor propio, el deseo por conocer y el anhelo de hacer que nuestra sociedad siempre sea mejor gracias a nuestros aportes. Estudiante y docente afianzan la nueva sociedad de la equidad en el conocimiento.