Una vez se ha determinado los objetivos del estudiante al incursionar en clases de filosofía, se procede con evaluar la forma en que este aprende, ello con el fin de determinar falencias como facultades en un proceso de aprendizaje, y así, propiciar la creación de un método individualizado que resulte eficiente para alcanzar los objetivos propuestos con anterioridad. Este método consiste en:

Consejos pedagógicos para aprender mejor.
Estrategias para potenciar las habilidades cognitivas.
Explicación del método filosófico.
Explicación de las lecturas que sean de interés.
Propuesta de calendario y talleres para que el estudiante lea por su cuenta lo que ha sido expuesto anteriormente y consolide dicha información en algunas actividades. (Mapas conceptuales, talleres, informes, organigramas, entre otros)
Contraste de ideas y conclusiones en un producto escrito. (Ensayo, Artículo, Diapositivas, entre otros)