Como alguien apasionado por la historia y recién graduado del colegio, tengo una comprensión profunda de lo que los estudiantes valoran en un profesor. Mis tutorías en la universidad van más allá de simplemente transmitir conocimientos; se centran en el individuo y en cómo la historia moldea nuestras vidas y sociedades. Ser campeón nacional de historia el año pasado fue una experiencia inolvidable que no solo amplió mis horizontes académicos, sino que también me permitió viajar a Roma para participar en las Olimpiadas Mundiales de Historia con todos los gastos pagados.

Desde mi infancia, he percibido la historia como una herramienta poderosa para entender el presente y forjar un futuro más prometedor. Creo firmemente en el potencial transformador de conocer nuestra historia colectiva. Si todos tenemos acceso a este conocimiento, podemos trabajar juntos hacia un futuro más justo y equitativo para todos. Aspiro a contribuir a la construcción de un mejor país para las próximas generaciones y a ser parte del cambio que queremos ver en el mundo.

Decidí comenzar a dar clases porque creo que la semilla del cambio comienza en los jóvenes. Estoy comprometido a inspirar y empoderar a mis compañeros de universidad para que se conviertan en agentes de cambio en sus comunidades y más allá. Creo en una sociedad más justa, un país mejor y un mundo lleno de posibilidades. Permíteme ser tu guía en este viaje hacia un futuro más brillante y esperanzador. Juntos, podemos aprender y enseñar, y juntos, podemos cambiar el mundo.