Los contenidos, habilidades o fundamentos a desarrollar, aprender o mejorar, se implementan por medio de valoraciones de conocimiento previo, gusto por las estrategias didácticas de cada estudiante; atendiendo las necesidades reales de cada contexto.
Por eso, es importante antes de elegir una metodología, determinarla con el educando. En mi experiencia, he empleado con satisfacción la metodología ABP, siendo un pilar pedagógico que pone sobre la mesa la realidad de las situaciones problemas, frente a las posibilidades de éxito que se deben estudiar, analizar y aplicar para que de esta manera se tomen las decisiones que provoquen los cambios o los resultados que deseamos obtener.
También, es fundamental expresar que mi estilo de enseñanza, comparte los valores tradicionales de la disciplina, el orden y el respeto, junto con las nuevas demandas de habilidades técnicas, tecnológicas e innovadoras del mundo digital. Aquí se resalta el uso de apps, bibliotecas virtuales, estrategias de comunicación online etc. Con estas premisas, los estudiantes estarán a la vanguardia del desarrollo sociocultural y se forjan en habilidades volitivas que conducen al éxito personal y colectivo.