Me gusta manejar pedagogías horizontales donde los estudiantes sean activos en su proceso de aprendizaje y se reconozcan como sujetos de conocimientos y experiencias valiosas que ayudaran desde su vida cotidiana para la adquisición de nuevos saberes. Para la enseñanza del español y la literatura es crucial hacer cronogramas de lecturas, conversaciones alrededor de los textos, preguntas de forma y fondo sobre lo que se ha leído; y finalmente, hallar y configurar posibles relaciones entre otros que ya se hayan leído como también con otros campos del saber en ejercicios de escritura, pues la literatura abarca un sin fin de referencias a la vida, la historia, las ciencias y las emociones.
Le apuesto a la enseñanza del español a través de la literatura porque es una herramienta poderosa que permite que paulatinamente nuestro manejo del idioma mejore y nos exige creatividad, paciencia y empatía. Mi experiencia ha sido el aprendizaje de nuevas formas de ver el mundo en relación con mujeres jóvenes y adultas que han tomado la decisión de escribir por placer en La Casa de la Mujer, pero también he trabajado con niños de manera virtual en la localidad de Rafael Uribe Uribe cuentos infantiles que se enfocaban en los roles de género, el cuidado del cuerpo, la erradicación de la xenofobia y la creatividad en el vínculo con los cuidadores.