Carlos Arteaga

Mi metodología está orientada a que sea totalmente dinámica y participativa por parte de los estudiantes, para lo cual se plantean situaciones de la vida cotidiana que le generen interés y motivación por la clase. Situaciones en el estudio, el trabajo, con la familia, sus pasatiempos, sus proyectos, etc. En el transcurso de la clase se hacen pausas cortas para hacer aclaraciones de tipo gramatical que despejen las dudas que el estudiante tenga en cuanto al contexto de ciertas situaciones que así lo requieran. Respecto al vocabulario es importante que el estudiante no sólo comprenda el significado primario, sino los otros posibles significados que una palabra pueda tener al cambiar el contexto. Un ejemplo claro es el uso de la palabra GET, que cambia de interpretación de acuerdo al cambio de contexto. Cabe anotar que las explicaciones de carácter gramatical deben ser lo más cortas y concisas posible para evitar entrar en la monotonía y en la confusión. En el caso de los tiempos verbales y su uso, se plantean situaciones comparativas para que el estudiante asimile cuándo usar una forma u otra.
Aprender un idioma es una habilidad, por lo tanto la práctica constante de lo que se asimile en la clase es un aspecto imprescindible para alcanzar el objetivo de manera exitosa.