Sentir la literatura y reconciliarnos con una de las lenguas más importantes como lo es el español, es un trabajo importante que en pocas ocasiones se enseña en las escuelas. Crecemos creyendo que leer o escribir es separado de nuestra cotidianidad, cuando frecuentemente entre nuestras rutinas diarias o en la intimidad, nos habitan las palabras. Pensamos, imaginamos, soñamos, hablamos ¡el lenguaje está entre nosotros! sociales o timidos, no hay escapatoria para conjugar los verbos. Incluso aún entre las redes sociales y el movimiento de marketing para posicionarse en el mejor trabajo, es necesario aprender a destacar lo mejor de nosotros mismos, nuestra historia y así llegamos nuevamente al lenguaje.

Quiero que te salgas del formato normal de las clases de español y experimentemos el lenguaje desde tu cotidianidad, incluso podemos realizar un viaje al exterior a través de tus gustos favoritos como la fotografía desde las imagenes visuales con cuerpo de palabra, hasta la música y el teatro. Todo el tiempo las palabras conforman parte de tu espacio. Tu rutina está rodeada de la diversidad del lenguaje, se transforma y muta. Quiero que explores esos procesos. Debemos descurbir cómo nos relacionamos de distinas formas al cambiar de un espacio, la calle puede ser un escenario, tu casa otra y la oficina de trabajo el principal telón. Viajaremos a través de nuestra historia para recordar las leyendas que nuestros ancestros evocaban a los cielos, descubirás cómo la vida no es la misma cuando te apropias del realismo mágico y llegas a comprender las historias ajenas que de alguna forma terminan siendo un espejo de ti mismo. Terminarás por encontrarte entre la continuidad de los parques, o seguramente, la canción que escuchaste hoy cobrará otro sentido aguzando tu intelecto.

¡Anímate a descubrirte!