Tres consejos para que el inicio de tus relatos tenga una mayor contundencia

Acabas de terminar tu cuento y empiezas con el proceso de edición y corrección. Lo primero que debes saber es que existen varias formas de impactar a tu lector con un inicio contundente. La formula no es difícil, pero requiere que te pongas en el pellejo de quien te lee y te hagas varias preguntas. Entre ellas:

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  • ¿La primera oración de mi relato es lo suficiente llamativa para incitar a mi lector a que lea hasta el final?
  • ¿El primer párrafo tiene suficiente enganche para que mi lector quiera saber lo que sigue hasta terminar?
  • ¿La oración final del primer párrafo deja una interrogante o anticipa un resultado que mi lector debe resolver con la lectura completa de mi narración?

De no ser así, te voy a dar algunos tips para aprender a escribir bien:

  1. Revisa lo que has escrito en el primer párrafo e identifica cuál es la afirmación que más te llamaría la atención si fueras tú quien estuviera leyendo la historia. Una vez que la hayas identificado, reorganiza el párrafo para que esa idea se lo primero que lea tu lector.
  2. Ten en cuenta que debes dar pocos detalles, pero que esos detalles iniciales deben otorgar un panorama interesante en el desarrollo de tu relato. El primer párrafo es como la carnada que un pescador le ofrece a los peces del estanque. Lo que digas allí marcará la pauta de lo que sigue.
  3. Procura que la última oración genere curiosidad o aporte un dato tan interesante para tu lector que no le permita abandonar la lectura. La última oración del primer párrafo es casi tan importante como la primera oración de tu historia.

Recuerda que el incio de un cuento es la puerta de entrada al universo ficcional al cual estás invitando a tu lector. Por lo tanto, éste debe ser cautivador e interesante.

En un universo de historias parecidas, tu historia tiene que sobresalir, y qué mejor manera de lograrlo que hacerlo a partir de una apertura única y exclusiva. Si tienes problemas para ello, recuerda que puedes contactar con un profesor de lengua para que te ayude a editar tu texto y te dé consejos.