¿Para qué? ¿Qué ventaja podría tener el contratar un profe de inglés particular? ¿Es buena idea? ¿Mis hijos se aprovecharían?
Y… la respuesta debe ser un sí rotundo. Dejando de lado el hecho de saber quién entra en casa, qué experiencia tiene y si podrá tener empatía con el alumno, son muchas las ventajas. A saber:
No todos somos iguales, ni aprendemos al mismo ritmo. Habrá quienes se adapten a un ambiente de quince o veinte alumnos sin problemas y habrá otros que deban tener un seguimiento especial. Aprendo a mi ritmo y punto. Necesito un programa especial, me gustan ciertos temas y requiero de éste o aquel enfoque. Esto es así y seguirá siendo así en el 3.000 o el 4.000.
No todos estamos interesados en ingeniería, asuntos técnicos y problemas matemáticos. Otros estaremos más inclinados al arte, la música, el teatro o las letras. ¿Una clase normal puede satisfacer los gustos de cada uno? Difícilmente.
En inglés podemos enseñar dar información, pedir, comprar, vender o disculpar siguiendo una temática propia: mi alumno quiere ser actor, deberá viajar a Los Ángeles o se interesa por la estética personal, entonces debo planificar de acuerdo a esos gustos para que aprenda las mismas funciones de dar información, pedir, comprar, vender o disculpar, respetando sus necesidades.
Ni que hablar si de evitar pérdidas de tiempo y riesgos de asaltos saliendo de casa para ir a un instituto. El profesor particular estará en horario en mi oficina, no perderé tiempo ni tendré que correr detrás del que me arrebató el celular en el centro.
Tal vez tengamos que gastar unos pesos más pero el tener un profesor en el horario en que puedo estudiar es lo más conveniente.
Gracias.
