El pánico de último minuto: la necesaria motivación.

En el aula de clases suele suceder que los estudiantes no se sientan "inspirados" en un determinado momento para avanzar y el episodio se repite más de lo que uno quisiera. Para realizar tareas es considerado algo normal... pero cuando se trata de rendir una evaluación nos pone en aprietos.

Como en la tira cómica de la imágen, nosotros pensamos que tienen que darse ciertas "condiciones" tanto externas como internas para poder hacer uso de nuestra creatividad, sea por ejemplo: redactar un informe, un ensayo, resolver un problema, estudiar o rendir un examen.

Sin duda también hay un papel que juega en esto el profesor, nuestros compañeros e incluso nuestros familiares, considerando lo que significa saber que no estamos solos durante el proceso, y que hay altas expectativas acerca de nosotros, y esa seguridad, esa confianza depositada previamente, puede hacer en efecto que disminuya ese rango de tiempo de respuesta que "abre nuestro grifo".

Pero, si bien es cierto, las circunstancias afectan que "aparezca nuestra creatividad", es aún mas importante nuestro estado interno, porque a veces subestimamos el poder de la motivación propia. Porque, si esos elementos del contexto que son gatillantes, los complementamos manteniendo nuestra autoestima en alto y creyendo con absoluta certeza que sí podemos, y nos dominamos a nosotros mismos, conseguiremos encender esa chispa y generar la combustión necesaria de creatividad, de habilidades, de conocimiento.

Finalmente, la idea es que poco a poco dejemos de depender de las circunstancias externas, aquellas que no podemos controlar, y permitamos entrenarnos en la voluntad, de manera que, aunque a veces sea simplemente la respuesta innata al pánico del último minuto, a la larga seamos nosotros los que decidamos, seamos nosotros quienes empoderados abramos nuestro grifo de la creatividad y no lo decidan ni las circunstancias ni los demás!

Temas