Las matemáticas siempre han sido parte de los programas de enseñanza ministerial de las escuelas. Esto significa que, sea cual sea el curso de estudio que decidas emprender, siempre será uno de nuestros principales temas de estudio, desde la escuela primaria hasta el final de la secundaria. Lo único que variará serán los temas tratados y el nivel de dificultad, que obviamente depende del curso de estudio elegido.
Por todas estas razones, puede parecer muy improbable que haya situaciones en las que se tenga que empezar a estudiar matemáticas desde cero. En cambio, estas situaciones ocurren más a menudo de lo que usted puede imaginar, y por lo tanto es importante saber cómo lidiar con ellas.
Aprender matemáticas desde cero.
Y así, después de muchos años de tratar con todo lo demás, aquí nos encontramos con que tenemos que tomar los viejos libros de álgebra, geometría y cálculo numérico. Para aprobar ese examen en particular, para ser admitido en ese instituto en particular, para poder ganar ese concurso en particular. Pero es difícil después de tanto tiempo reanudar el estudio interrumpido!
En todos estos casos es razonable hablar de un estudio de las matemáticas desde cero. Y, como sucede cada vez que empiezas algo desde cero, emprenderlo no es fácil y requiere mucha fuerza de voluntad y disciplina. Pero no hay desesperación: una vez superado el miedo inicial, se trata simplemente de organizar el tiempo disponible y comprometerse. Siga los siguientes paso:
Recopilar una lista de temas a tratar
Antes de empezar a estudiar, es importante saber cómo organizar el trabajo. En una hoja de cuaderno de ejercicios, escriba la lista completa de todos los temas que tendrá que tratar. La lista de todos los temas le permitirá tener una visión general de cuáles son los objetivos a alcanzar, y le ayudará a distribuirlos razonablemente dentro del tiempo disponible.
Conseguir un buen libro para estudiar
Estudiar con el libro de texto recomendado siempre es bueno, pero a veces puede ser difícil de entender. Esto se debe a que puede haber una falta de conocimientos preliminares para poder tratar los temas propuestos. En este caso, es aconsejable estudiar el tema primero en un texto más simple, como un libro de secundaria o preparatoria. Una vez asimilados los conceptos principales en textos más sencillos y claros, será menos difícil estudiar el mismo tema en un texto más complejo.
Repita en voz alta, solo o con la ayuda de un amigo.
Aunque el estudio de las matemáticas se basa principalmente en la resolución de ejercicios, no es raro que esta resolución vaya acompañada de algunos conceptos teóricos. Por lo tanto, será importante, antes de pasar a la práctica, memorizarlos con la ayuda del subrayado del texto o de los resúmenes realizados anteriormente. Para memorizarlos, a veces puede ser útil repetir estos conceptos en voz alta, solo o frente a un amigo o familiar.
Hacer muchos ejercicios, tranquilamente y todos los días
Después de leer y memorizar la teoría, intentar resolver los ejercicios le permite darse cuenta si el tema ha sido entendido. Saber cómo usar correctamente las fórmulas estudiadas no es fácil, y muchas veces sucederá que se equivoca o incluso no sabe por dónde empezar. Además de utilizar el formulario, siempre es aconsejable dar una lectura cuidadosa a los ejercicios realizados, de los que suele informar todo buen libro de texto. Si éstos han sido entendidos, escoja algunos ejercicios para hacer en el libro de texto.
Utilizar el material de la web
A menudo se puede encontrar la solución innovadora de los ejercicios de matemáticas en los sitios web. Si el libro de texto adquirido no es lo suficientemente claro, la web puede ser una solución al problema. Asimismo, la web puede ser una excelente fuente de notas o vídeos explicativos. El mismo YouTube contiene muchos videos explicativos de matemáticas: algunos son hechos por los estudiantes, mientras que otros son hechos por los propios profesores.
Contar con un tutor
Especialmente al principio del estudio, cuando es más fácil caer en el desánimo y la pereza, puede ser muy útil recurrir a un tutor. Una persona que está muy bien informada sobre el tema y que puede tomar este estudio con seriedad y profesionalidad. El tutor será de gran ayuda en la preparación de los temas: responderá a cualquier duda, indicará cuáles son los conceptos más importantes y cuáles los menos importantes, y facilitará el cumplimiento del horario.