En algún momento de mi carrera universitaria rumbo a la docencia, pensé que el medio ambiente se deterioraba por todo lo que hacemos a diario y es completamente cierto, lo que no pensé es que esto que lleva tanto tiempo pero que ahora se hace más visible dado el acelerado aumento de la población, el crecimiento económico y el avance de la tecnología, fuese el inicio de una bonita labor escolar.
En una de mis clases, tocamos el tema de qué hacer para que el aire no sea tan contaminado en la ciudad de Medellín, pues su topografía no ayuda mucho a que esas corrientes de aire circulen y arrastre el material particulado que se convierte en composición diaria del aire que respiramos. En esta clase surge la idea de realizar un grupo dedicado al manejo del medio ambiente y realizar acciones que ayuden a ello desde la escuela. Nace entonces los gestores ambientales. Esta idea llamó la atención de muchos estudiantes y pues se decidió elegir un representante por grupo en el bachillerato. En un principio vi dudas en los estudiantes y quizá falta de motivción, pero con el tiempo se consolidó en un bonito proyecto que dio origen a una ecohuerta para purificar el aire del colegio y a la vez que se producen algunas plantas aromáticas y leguminosas de uso diario.
Esta idea fue creciendo más hasta el día de hoy donde queda un legado en un lugar donde ya no estoy pero que seguramente seguirán porque ese es el objetivo de la educación ambeintal en el país, ser sostenibles y sustentables con este tema, que todas las generaciones generen conciencia de lo que hay en su entorno, la importancia de mantenerlo y correr la voz para que se de un buen uso del entorno, de hacer acciones que aunque pequeñas sean, ayudan de una forma u otra. No queda duda que los gestores ambientales son una buena apuesta en la escuela colombiana y que a futuro genera estudiantes críticos frente a un medio ambiente de calidad.