Esta nueva situación del aislamiento social, ha llevado tanto a los profesores particulares como a sus estudiantes a pasar de procesos presenciales a virtuales y a la vez a sumergirse en el uso de las TIC (tecnologías de la información y comunicación), para ser usadas como herramientas que ayudan en el aprendizaje.
Para este proceso sin embargo es necesario que los profesores hayan tomado una preparación en estas herramientas ya que son ellos los que deben guiar a sus alumnos en el uso de las mismas. Hay que salir de la idea de que la virtualidad es compartir una cantidad de archivos en pdf y revisar la realización de las actividades asignadas. El mundo de las TIC ofrece una amplia gama de herramientas que permiten hacer de las clases particulares virtuales una experiencia muy lúdica. Con los estudiantes ocurre otra cosa, ya que para ellos, el manejo de las herramientas virtuales es muy fácil de acceder, en su caso es llevarlos de un uso meramente social y de distracción a un uso académico.
La experiencia confirma que a los estudiantes este tipo de apoyo virtual les agrada bastante y se les facilita entender el conocimiento que les transfiere el profesor particular virtual. La virtualidad llegó para quedarse en los procesos de aprendizaje, las dinámicas escolares ya no serán las mismas y aunque no se pretende reemplazar la educación presencial, la educación virtual tiene ventajas que pueden ser usadas en la enseñanza.
En el campo de las clases particulares, es aún mayor el beneficio que ofrece la virtualidad, ya que es una actividad que se centra en abordar necesidades específicas, donde la efectividad en el uso del tiempo y espacio tiende a ser más exigente y la experiencia demuestra, que si es posible lograrlo, es por eso que la virtualidad colocó a la clase particular virtual, al alcance de la mayoría de los estudiantes.