El arte de emplatar y su afinidad y contraste

EL ARTE DE EMPLATAR

Cuando se presenta la comida en una en un plato o en cualquier otro material, no sólo se requiere de sentido estético, sino de un conocimiento profundo de los sabores; de sus combinaciones; de las texturas, los aromas y los colores de los alimentos a servir. Todo juega un papel esencial a la hora de componer un plato.

De ahí que me he tomado la tarea de escribir las siguientes reglas para el emplatado:

  • Todo en el plato debe poder comerse. Los adornos super flow sobran y más si no son comestibles.
  • Dar texturas diferentes a cada plato (sólida, suave, cremosa, crocante, espumoso, etc.)
  • Evitar especias o sabores que persistan mucho tiempo en la boca
  • Generar armonía de colores
  • No repetir métodos de cocción (frituras, salteados, etc.), ni ingredientes.
  • Evitar repetir texturas o ingredientes (masa en entrada y postre)
  • Respetar el balance nutricional
  • Fomentar el uso de frutas y verduras de la estación.
  • Los nombres de los menús deben ser legibles y fáciles de entender, aunque los nombres clásicos deben mantenerse
  • Debe procurarse variar los colores que presentan los platos, y evitar que dos platos tengan la misma tonalidad.
  • Los platos no deben llevar nunca la misma guarnición, ni la misma salsa.

AFINIDAD O CONTRASTE


Combinar los siempre será fundamental, además de conocer cómo los encontramos, tanto en gramaje como en textura.

  • Los sabores Ácidos combina perfectamente con los grasos.
  • Los sabores Ácidos y Amargos se refuerzan el uno al otro.
  • La Salinidad contrarresta muy bien la acidez, también contrarresta la Astringencia o el Amargor.
  • La Grasa recubre el paladar y disminuye la percepción de los sabores amargos.
  • Los sabores Dulces acompañan y modifica el ácido, el amargo y el salado.
  • El calor disminuye la percepción del sabor Astringente así como el frio la refuerza.
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